martes, 5 de mayo de 2009

ASISTENTE VIRTUAL

Se sienta sobre el folio. Es un perro virtual. El poema también existe y no existe. El perro alza el cuello, mueve el rabo, husmea. Me mira de repente, porque ahora yo, también, soy virtual. No sé de dónde vengo. No se qué tiempo queda. No sé que mano empuja estas sordas palabras que se leen sin papel, sin sonido, apenas materia. Todo es hueco. La realidad es hueca y no existe, como tampoco el perro tiene piel, ni sabe a dónde mira. Yo tampoco comprendo qué compongo, qué extraña lasitud me convierte en poema.

Arte de perros. Dolors Alberola

1 comentario:

Karen Dinesen dijo...

Mi comentario es virtual. No se deja leer.