El ayuno pretende limpiar el cuerpo y el alma.
La fortaleza de Aminatu, mujer saharaui activista por los derechos de su pueblo, ha sido la estrella que este año ha iluminado mi Navidad.
He visto en la red como algunos han renegado de estas fiestas invernales, unos desde la perspectiva “ iglesia católica”, criticando lo que dicen una manipulación por parte de la jerarquía, y de cómo ahora este estado “laico” debe tener unos criterios determinados. Otros desde el consumo, otros desde la apariencia y falsedad que suponen el glamuroso escaparate de vanidades.
Hay una persona que pretende ser líder, casi lo consigue, de lo que ahora llaman red de moneda local. Me ha enviado un video sobre religiones y otro sobre dinero. Los he visto ambos y vino a mi pensamiento aquello de la Biblia “…o Dios o el dinero…”
Me parece legitima toda opinión por muy variada y diferente que sea. Lo importante para mi es la vida amorosa que llevas, que llevo en realidad. No soy quien para juzgar a nadie. No quisiera que tampoco nadie me juzgara. Me parece importante la honrradez (Yo lo he dicho muchas veces antes que el rey de España), me parece imprescindible la coherencia, o congruencia entre vida y pensamiento o mejor sentimientos.
Hay tantas perspectivas desde la que analizarnos. Estamos inmersos en plena crisis, dicen algunos, no sabemos si es crisis económica, político, social, espiritual, en definitiva crisis humana parece ser y también planetaria. Yo he vivido mis crisis como oportunidades. Siempre han servido para encontrarme conmigo misma, para crecer, para cambiar, para mejorar. Es ley natural que el organismo busca la homeostasis, es decir el equilibrio. Si no se encuentra dicho equilibrio sucede la enfermedad. La enfermedad puede traer la muerte consigo y por tanto el organismo se transforma de vida a muerte.
Para mi que el sistema consumista está en franca recesión, eso nos llevará a cierto grado de salud.
A qué vienen todas estas reflexiones. Simplemente a decir que vamos madurando, que no necesitamos quien dirija nuestras vidas nos sentimos libre de hacer o dejar de hacer. Bueno eso creen algunos, porque en el fondo tanto los que critican la jerarquía de la iglesia y no ven los errores de sus gobiernos municipales o de su propio gobierno de vida, no se dan cuenta que la libertad personal pasa por la libertad colectiva. Somos un tejido del que dependemos unos de otros. A veces pienso que la globalización, esto mismo de la red (comunicación globalizadora siempre) nos hace no situarnos en la realidad, en lo real de cada momento. Hace vivir con la prisa del mañana ya está aquí, y puede que olvidemos vivir aquí y ahora.
Me parece legitima toda opinión por muy variada y diferente que sea. Lo importante para mi es la vida amorosa que llevas, que llevo en realidad. No soy quien para juzgar a nadie. No quisiera que tampoco nadie me juzgara. Me parece importante la honrradez (Yo lo he dicho muchas veces antes que el rey de España), me parece imprescindible la coherencia, o congruencia entre vida y pensamiento o mejor sentimientos.
Hay tantas perspectivas desde la que analizarnos. Estamos inmersos en plena crisis, dicen algunos, no sabemos si es crisis económica, político, social, espiritual, en definitiva crisis humana parece ser y también planetaria. Yo he vivido mis crisis como oportunidades. Siempre han servido para encontrarme conmigo misma, para crecer, para cambiar, para mejorar. Es ley natural que el organismo busca la homeostasis, es decir el equilibrio. Si no se encuentra dicho equilibrio sucede la enfermedad. La enfermedad puede traer la muerte consigo y por tanto el organismo se transforma de vida a muerte.
Para mi que el sistema consumista está en franca recesión, eso nos llevará a cierto grado de salud.
A qué vienen todas estas reflexiones. Simplemente a decir que vamos madurando, que no necesitamos quien dirija nuestras vidas nos sentimos libre de hacer o dejar de hacer. Bueno eso creen algunos, porque en el fondo tanto los que critican la jerarquía de la iglesia y no ven los errores de sus gobiernos municipales o de su propio gobierno de vida, no se dan cuenta que la libertad personal pasa por la libertad colectiva. Somos un tejido del que dependemos unos de otros. A veces pienso que la globalización, esto mismo de la red (comunicación globalizadora siempre) nos hace no situarnos en la realidad, en lo real de cada momento. Hace vivir con la prisa del mañana ya está aquí, y puede que olvidemos vivir aquí y ahora.
Hace quince días visitaba la zona de los pantanos de mi tierra, Jerez, estaban bastante secos. Toda una zona habitualmente llena de musgos estaba completamente limpia, habían talado, cortado y esquilmado todos los musgos… me produjo tristeza. Ahora estoy deseando que escampe, que deje una tregua la lluvia para visitar la zona otra vez. Todo cambia a nuestro alrededor, y nosotros fijándonos en lo externo perdemos de vista lo interno.
Interiormente el ayuno de estos días me está sirviendo para nutrirme, para alimentar mi amor.
Amor a la familia inmediata, quizás también a la vecina, o a esa persona con la que trabajo y necesita de una mirada limpia y serena. Simplemente aprender amar, sencilla y plácidamente respirar el día a día, desde mi interior agradecer al DIOS DE LA VIDA este momento de gozo y los momentos de amor en el mundo como el amor manifestado en Aminatu.
Amor a la familia inmediata, quizás también a la vecina, o a esa persona con la que trabajo y necesita de una mirada limpia y serena. Simplemente aprender amar, sencilla y plácidamente respirar el día a día, desde mi interior agradecer al DIOS DE LA VIDA este momento de gozo y los momentos de amor en el mundo como el amor manifestado en Aminatu.
1 comentario:
"La fortaleza de Aminatu, mujer saharaui activista por los derechos de su pueblo, ha sido la estrella que este año ha iluminado mi Navidad." (Beli)
Eso que dices es muy bonito, Beli. Te define.
Abrazos.
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