Esta mañana me encontré con una amiga que hacia tiempo no veía. Iba con su hermana paseando. Me presentó a su nuevo sobrino. Era un niño precioso, gordito, con ojos brillantes y alegres, pelo rizado y piel negra. Sus padres adoptivos habían ido a por él a un país de Africa. Su nueva mamá estaba embarazada. La niña que está a punto de nacer se gestó en el viaje a Africa, camino de su hermanito.
Cuando comiendo le contaba esto a Pepe, mi marido, se emocionó. Lloró. Y dijo: - La Vida es un Milagro a cada paso, verdad?.
Yo en silencio, lo miré y dije: - Gracias, te quiero.
Algunos hombres lloran y dicen la verdad.
3 comentarios:
Bely: eres transparente. Vas a corazón abierto.Tu marido tiene suerte por tenerte a su lado.
Gracias. Tenemos suerte de querernos.
Y PEPE DE TENERTE A TI.
ES TODO UN HOMBRE Y UN SEÑOR- OS QUIERO. EMILIA
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